Un Fascinante Fin de Semana en el Mágico San Miguel de Allende
/No hay cosa que me llene de más orgullo que escribir sobre mi país. En esta ocasión les voy a platicar de un pueblo encantador llamado San Miguel de Allende.
Como mamá Mexicana viviendo en Estados Unidos, es muy importante para mí que mis hijos sean, no sólo bilingües, sino también realmente biculturales. He comprobado a través de los años que ningún libro, ni página de internet puede realmente sustituir lo que el viajar a México les da. Por lo que el ir lo más seguido posible es, sin duda, mi mejor receta.
San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, es uno de los muchos lugares en México considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su increíble aportación artística, arquitectónica y cultural que le ha dado al mundo.
Sus mágicas calles angostas han atraído a infinidad de escritores, pintores y chefs para satisfacer y exaltar sus talentos gracias a la enorme inspiración que otorga este maravilloso lugar.
Caminar por San Miguel lo describiría como una aventura empedrada rodeada de arquitectura colonial con influencia Barroca y un poco Gótica. La ciudad está repleta de galerías de arte, tiendas de ropa, accesorios para casa y artesanías únicas; al igual que museos, iglesias y por supuesto, inigualables experiencias gastronómicas.
Aquí les platico las cuatro experiencias que más me gustaron:
La primera fue la visita a la sede del Tequila Casa Dragones ubicada en el corazón de San Miguel. Ahí, Jorge Seimandi nos dio un maravilloso tour de la propiedad y nos explicó que en el siglo XVII este lugar eran las caballerizas que servían como cuartel militar para los Dragones, un regimiento que fue pieza clave durante la Independencia de México.
Hoy en día es la casa espiritual del tequila Casa Dragones, ya que fue el lugar en donde nació la idea de crear este exclusivo e inigualable tequila elaborado en Jalisco y es el espacio perfecto para ofrecer degustaciones y experiencias gastronómicas maravillosas.
Jorge nos deleitó con el excepcional Tequila Joven de Casa Dragones además de ofrecernos platillos creados por el Chef Donnie Masterton, dueño de uno de los restaurantes más reconocidos de San Miguel "The Restaurant". Donnie es un ejemplo de los muchos artistas que llegan a San Miguel como turistas y deciden quedarse después de enamorarse del lugar. Ese día la pasamos increíble disfrutando de un gran tequila mientras escuchábamos a un Mariachi en vivo. La perfecta combinación.
Ese fin de semana, además de tequila, tuve la oportunidad de probar excelente vino. Y es que en Guanajuato el vino está tomando mucho auge y lo puedes disfrutar recorriendo los viñedos de la región a través del Circuito del Vino.
Nosotros tuvimos la suerte de visitar el viñedo Cuna de Tierra. Lugar en el que se elaboran varios e los vinos más premiados de México. Mike Taylor, Sommelier de esta casa vinícola, nos acompañó en un recorrido por los viñedos, dándonos una interesante platica del minucioso detalle del proceso de producción de botellas como Pago de Vega y Torre de Tierra, además de enseñarnos la sala de barricas. Esta visita la culminamos disfrutando de un impresionante menú creado por el Chef Ricardo Rafael en una comida al aire libre rodeados de este maravilloso lugar.
Lo que más me gustó, además del vino por supuesto, fue la sinergia perfecta entre la arquitectura del lugar y los elementos naturales que lo rodean. Al finalizar el día, di un divertido paseo en bicicleta con mis hijos por los viñedos y definitivamente no se nos olvidará jamás.
Al día siguiente, hicimos una de las actividades que más nos gustó, volar en globo. Para toda mi familia fue una experiencia única e inolvidable. El despertarnos a las cinco de la mañana definitivamente valió la pena cuando vimos uno de amaneceres más bonitos y silenciosos volando por encima de San Miguel adentro de esa canastilla de mimbre. Las fotos lo dicen todo.
Para cerrar el viaje con broche de oro, realizamos una visita a Mineral de Pozos, un pueblo minero abandonado. Cuando le platiqué a mis hijos que íbamos a recorrer una verdadera mina de oro y plata ¡no lo podían creer!
Después de ponerme los jeans más sucios que encontré en la maleta, unos tenis (no se les ocurra ir en flats, no funcionan), y mi sombrero de aventurera que lo tenía muy escondido adentro de mi bolsa, (mis lectores entenderán), llegamos listos para el recorrido por la mina.
Arriba de las minas se encuentran lo que eran los cascos de las haciendas que fueron saqueadas después de ser abandonadas tras una devastadora inundación de las minas. Esto le da al lugar un inigualable paisaje de ruinas rodeadas de lomas semi-desérticas.
Después de una caminata de 20 minutos llegamos a la polvosa y empinada entrada a la mina. Tras un deslizamiento muy poco elegante acompañado del inevitable grito de mamá de "bajen con cuidado" y "denme la mano" , empezamos el recorrido. La aventura adentro de ese hoyo negro tuvo de todo. El vuelo de un murciélago incómodamente cerca de la cara de mi hija, la grandiosa vista al respirador de la mina con varios metros de profundidad, el tener que cruzar pasadizos totalmente pecho tierra y puentes de tablones de madera, hasta llegar de nuevo a ver literalmente, la luz al final del túnel. Regresamos al hotel empolvados, hambrientos y felices.
Estoy segura de que mis hijos regresan a Houston con anécdotas, historias, lecciones de vida y recuerdos que ningún salón de clases les podrá enseñar jamás.
Por lo que si quieren hacer un viaje familiar diferente, lleno de actividades increíbles para ustedes y también para sus hijos, ¡vayan a San Miguel de Allende! Yo Mariana se los recomiendo muchísimo.
De Houston es un vuelo directo de menos de dos horas a Querétaro o a León y San Miguel se encuentra a una hora y media en coche.
Si conocen algún otro lugar que valga la pena visitar escríbanme a yomarianablog@yahoo.com. Me encanta saber de ustedes.
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