Conversar sin coincidir y no morir en el intento
/Crecí escuchando que en la mesa no se hablaba ni de política, ni de religión. Esas conversaciones eran un camino seguro al desacuerdo, un destino incómodo del cual aprendí a huir. Como si conversar implicara tener un acuerdo a priori entre todas las partes, donde la condición número uno fuera estar alineados en pensamiento, sin cuestionamientos aventurados y, mucho menos, temas controversiales.
Read More