Cuando pienso en Navidad, imágenes, palabras y sentimientos de todo tipo invaden mi mente. Por supuesto están las típicas como familia, amor, regalos, villancicos, el olor a pino, chimeneas prendidas, una gran cena, abrazos, caritas de ilusión; sin embargo también siento y pienso en cosas como nostalgia, recuerdos, el cómo se extraña algo o a alguien, la falta de tiempo, impotencia, soledad y obviamente que también tristeza.

Este mensaje Navideño se lo dedico a todas aquellas personas para las que la Navidad no es precisamente una época fácil en sus vidas. No todos tenemos la enorme fortuna de cenar en una mesa enorme rodeada de personas queridas y calor de hogar. No todos abrimos regalos en las salas de nuestras casas perfectamente adornadas con guirnaldas y noche buenas. No todos sabemos desde semanas antes cuál será el menú de esa noche tan forzosamente especial. Y no todos tenemos la certeza de que nuestros hijos abrirán con ilusión regalos la mañana siguiente.

Este día tomemos un minuto de reflexión y demos gracias de verdad, desde el fondo de nuestro corazón por cada una de las personas que se encuentran sentadas en nuestra mesa esta Noche Buena. Pero sobre todo pidamos mucho por los que no tienen la fortuna de pasar esta Navidad con su familia o que por alguna razón sienten una nostalgia o tristeza profunda en estas épocas. Abramos el corazón y las puertas de nuestra casa a todas aquellas personas que sepamos que se encuentren en esta situación.

Les deseo a todos una muy feliz Navidad.