Un Día Caluroso en el Típico Lugar de "Brincolines"
Es increíble que después de 10 años de vivir en Texas, cada verano se me olvide el calorón que hace en Agosto, 103 Grados Fahrenheit (los Grados Centígrados ya se me olvidaron).
A pocos días de que empiece otra vez el colegio, me encuentro con todo listo para el primer día clases, pero con tres niños aburridos y un poco cansados del verano, listos para regresar a su rutina habitual. Como la verdad, Yo Mariana, no soy tan buena para entretenerlos tooodo el día en la casa, decidí llevarlos al que yo pensé que era el típico lugar techado de entretenimiento. Pero debo confesar que Wonderwild fue una muy grata sorpresa. Pagas la muy razonable cantidad de $10 dólares por niño y puedes quedarte el tiempo que quieras, yo tenía la idea que era un lugar para niños de menos de 6 años, pero acaban de renovarlo este año y expandieron el lugar con una zona exclusiva para niños de 6 a 12 años, que según mi hija de 10, está muy divertida.
Ahora, lo que me impresiona de todo este tipo de lugares, es que NO piensan ni un segundo en la mamá o el adulto que acompaña y paga por la entrada y que tiene que esperar a que los niños se diviertan durante dos o tres horas sin tener donde ni siquiera sentarse. No venden nada de tomar, y acabas con dolor de espalda o tortícolis después de tantas horas de incomodidad. Eso sí, los niños felices.
Los veranos que voy a México, especialmente al D.F., me maravillo con los lugares para niños que hay allá. Me resulta un paraíso que tengan un sillón cómodo para que ahí esperes y que hasta llegue un mesero a ofrecerte algo de tomar. ¡Es como fuera de esté mundo!
Si se dieran cuenta estos lugares en Estados Unidos de la cantidad de cafés que pagaríamos las mamás con mucho gusto durante las horas que esperamos a que los niños jueguen, sabrían cómo duplicar sus ingresos.
Si alguien por ahí está pensando en algún negocito, esto se me hace una muy buena idea.
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