Pavimento, películas y nieve - La historia de un Road Trip Navideño
Hoy les voy a platicar la aventura familiar que fue nuestro primer road trip desde Houston hasta Red River, Nuevo México.
Quiero decirles que el viaje fue una experiencia increíble, aunque esa idea romántica que teníamos de ir jugando y cantando canciones nos duró exactamente 25 minutos y creo que todavía ni siquiera salíamos de Houston.
Espantados por lo largo del trayecto y por recomendación de una de mis mejores amigas, mi esposo y yo decidimos empacar todos los electrónicos que teníamos en nuestra casa. En viajes cortos claro que no lo recomendaría, al revés, lo ideal es que los niños abran sus ojos y vayan viendo lo verde del camino, pero en cualquier trayecto de más de seis horas, todo es permitido en mi código de educación infantil.
Definitivamente por la edad que tienen mis hijos, ya todos de más de seis años, no hubo mayores contratiempos. Las quejas o peticiones especiales fueron realmente mínimas. Sinceramente fueron unos campeones aguantando tantas horas de camino, de hecho creo que la que más se quejó fui yo.
De ida pasamos la noche en Amarillo, Texas. A pesar de que el GPS decía que haríamos diez horas de camino, realmente hicimos doce porque decidimos detenernos en Waco Texas a conocer el Magnolia Market. Si no han ido, ¡se los recomiendo muchísimo!
Chip y Joanna Gaines, estrellas del famoso programa de HGTV, Fixer Upper, reconstruyeron unos silos abandonados y los convirtieron en un increíble lugar de esparcimiento familiar. El espacio consiste en tres conceptos, el mercado en donde venden todos los productos de la famosa decoradora, un café y un espacio familiar al aire libre increíble. Todo con el sello decorativo de Joanna.
Al despertarnos al día siguiente, después de un merecido descanso y un buen café, manejamos cinco horas más de Amarillo a Nuevo México. Pero ahora ya con un mood diferente, muy emocionados de ya casi llegar y disfrutando el paisaje de Nuevo México con sus montañas, ríos, lagos y venados.
Y así ¡por fin llegamos a Red River, Nuevo Mexico! Ahí nos dio la bienvenida un pueblo muy chiquito pero súper pintoresco.
Me pareció el lugar ideal para esquiar con niños ya que además de ser mucho más económico que Colorado o Utah, la logística de llegar al lift con el equipo resulta muy fácil ya que todo está muy cerca. La montaña tiene muchas pistas de todos los niveles, sin embargo les recomiendo ir después de Thanksgiving ya que por ser el principio de temporada no todas las pistas estaban abiertas.
Lo increíble de Nuevo México, es que además de esquiar, pudimos conocer también la muy hermosa ciudad de Santa Fe con su muy particular arquitectura. Santa Fe se encuentra dos horas al sur de Red River por lo que decidimos ir a comer y regresar en el mismo día. Les recomiendo mucho recorrer la plaza principal de Santa Fe y sus alrededores a pie; así podrán visitar la Catedral de St. Francis, las muy originales tiendas que tienen en cada esquina y sus múltiples opciones culturales como el Museo de Georgia O'keefe, el museo de Arte Moderno y el Museo de Artes Nativas. Para comer, varios restaurantes se veían muy buenos, pero nosotros escogimos comer unas deliciosas hamburguesas acompañadas de una cerveza local en The Burger Stand.
Después de toda una semana de esquiar y conocer Red River y sus alrededores, emprendimos el largo camino de regreso a Houston. Déjenme decirles que el regreso es otro historia completamente diferente a la ida ya que la emoción de llegar, en el viaje de regreso, desaparece. Claro que me encantó el ver los interminables campos de algodón al costado de la carretera, pero la verdad, lo único que queríamos era llegar a nuestra casa lo antes posible.
Nosotros paramos a dormir en Dallas, pero yo les recomendaría el regresar directo a Houston. Tuvimos que hacerlo ya que a una de nuestras llantas se le estaba bajando el aire y nos dio miedo el quedarnos parados en plena madrugada, pero si eso no hubiera sucedido, definitivamente nos hubiéramos seguido manejando cuatro horas más para por fin despertar al día siguiente en nuestra casa.
Seguramente se estarán preguntando si lo volvería a hacer y la respuesta es que por supuesto que sí. Si están contemplando la idea de hacer un viaje familiar en coche pronto, no lo duden, ¡háganlo! vale mucho la pena, pero eso sí, empaquen sus electrónicos y renten varias películas para el camino.
Les recomiendo que tomen sus precauciones antes de emprender un viaje tan largo, como checar su coche en el taller, respetar los límites de velocidad, revisar bien la ruta más segura para llegar a su destino y reservar con anticipación los hoteles en donde decidan pasar la noche.
Si han hecho algún viaje en coche que valga la pena, platíquenme cómo les fue, me encanta recibir sus correos electrónicos y sus comentarios en redes sociales.
Me despido de ustedes hasta Enero del 2017. Empiezan las fiestas navideñas por lo que regresaré a escribir en Yo Mariana los primeros días del año que entra. Gracias por leerme y en verdad les deseo una muy Feliz Navidad rodeados de mucho amor y por supuesto de comida deliciosa.
¡Felicidades!