2020: Honestidad radical para un año radical
El vivir en un país polarizado, y al mismo tiempo encorralado por una pandemia me ha orillado a tener conversaciones con mis hijos que jamás pensé que tendría a sus cortas edades.
Temas como el aborto, el racismo, la misoginia, el respeto, el colegio electoral, la ciencia, la muerte, la estructura del gobierno americano, el uso de un cubre bocas, y el bien de la humanidad, son conversaciones increíblemente complejas que suceden a diario en mi casa en este 2020.
Conversaciones que ocurren en los momentos más inesperados, y en donde mi única fórmula para afrontarlos ha sido una mezcla de honestidad, inmenso amor y una fuente de información fidedigna.
Sin embargo, esta estrategia de contestar con la verdad, a pesar de que me ha funcionado, me deja en una posición incómoda y vulnerable en donde la mayoría de las veces la respuesta es, “no sé, pero todo va a estar bien” arropada por un proverbio antiguo que repito como mantra a diario que dice, “esto también pasará” o “this too shall pass”.
Aunque estas conversaciones son muy enriquecedoras para todos, es inevitable el sentir un poco de tristeza al ser testigo de cómo estos temas los han hecho madurar de golpe y cómo a pesar de ser tan jóvenes, han tenido que enfrentarse a disputas con amigos con diferentes opiniones.
Como adulto, yo también he vivido esa situación de tener conversaciones difíciles con amigos en innumerables ocasiones y si a nosotros como adultos nos cuesta trabajo el llegar a la mesa con ese temple y madurez que se requiere, me parece muy ingenuo e injusto el esperar que mis hijos hagan lo mismo.
Otro cambio fundamental que ha sucedido este año ha sido la manera en la que mis hijos reciben y procesan la información. Cuando eran más chicos, mi esposo y yo éramos los filtros entre nuestros hijos y los sucesos del mundo. Escogíamos el tono y las palabras con las que íbamos a compartir con ellos la realidad de algún acontecimiento que consideráramos importante.
Ahora, perdimos ese rol de filtro ya que ellos se enteran de lo que sucede en el mundo de primera mano a través de Instagram y TikTok. Aunque Hemos tratado de explicarles que necesitan siempre verificar la fuente, lo impactante es que reciben no solo el texto, sino también las imágenes, los videos y la opinión de la persona que los informa.
Es por lo que esta foto de mis hijos significa tanto. De tenerlos protegidos detrás de una pared de concreto, ahora cada uno tiene una ventana directa al mundo. Una ventana imposible de cerrar y con la que tenemos que aprender a vivir.
Es por lo que hoy comparto con ustedes la extraordinaria conversación que tuve la semana pasada con Sonya Renee Taylor gracias a Responsibility.org.
Sonya Renee Taylor es escritora, ha recibido varios premios como poeta y también es activista, conferencista y líder del movimiento The Body is not an Apology, en donde habla de cómo tener un amor radical por nosotros mismos y cómo el empoderamiento y aceptación del cuerpo, son herramientas fundamentales para la justicia social y la transformación del mundo.
La conversación que tuvimos con ella se baso en cómo intentar procesar este año 2020, cómo tener un amor radical por nosotros mismos que nos ayude a filtrar la información que recibimos y sobre todo, cómo ayudarle a nuestros hijos a procesar este año lleno de retos y dificultades.
Sonya comenzó la sesión platicándonos de cómo todos llegamos a este planeta como suficientes de una manera innata, sin limitaciones ni anexos. Son las experiencias en la vida las que nos retan a reflexionar en la tensión entre lo que realmente sabemos y lo que estamos condicionados a creer y cómo estas dos posturas viven en conflicto.
El punto anterior es la base para comenzar un proceso de amor radical por nosotros mismos, porque no se trata de una aceptación, sino también de amor. Sonya dice que la aceptación es simplemente una tolerancia a nosotros mismos, el amor es un verbo y requiere de acción hacia un lugar de verdadero amor radical.
El amor radical a nosotros mismo es contagioso. La honestidad, empatía, y vulnerabilidad radical son un portal que nos agita y nos despierta.
Y fue aquí cuando le pregunté que qué le diría a una niña adolescente viviendo en este año 2020
y lo que me dijo fue que es muy importante el no distorsionar la historia real de este 2020 con nuestros hijos. Que por ese afán de protegerlos a ellos y a nosotros mismos, no debemos disfrazar y esconder debajo del tapete todo lo que hemos vivido este 2020. Si no somos honestos con nosotros mismos, no seremos capaces de honrar este año.
También mencionó la importancia de llevar a nuestros hijos junto a nosotros en este viaje de incertidumbre y dificultad. El caminar juntos y reflexionar lo que hemos aprendido, nos permitirá vernos a nosotros mismos durante esta pandemia y podremos tomar todo lo que ocurrió el 2020 como un apoyo y herramienta para el próximo 2021.
En cuanto al hecho de que nuestros hijos reciban información de primera mano de las redes sociales, nos recomendó el darles el contexto de la información que reciben. Ese contexto les ayudará muchísimo a entender un poco mejor los temas y las opiniones de la gente que los rodea.
Terminamos la conversación platicando de los 4 pilares para tener un amor radical hacia nosotros mismos y son:
1. Quiten todo lo tóxico de sus vidas. Es importante para nosotros y para nuestros hijos el quitar de nuestro feed en redes sociales todo aquello tóxico que no nos aporte nada. También hay que prestar atención y ver si la gente es nuestro feed es diferente a nosotros ya que eso enriquece nuestras vidas y nos aporta una representación real del mundo que abre nuestros horizontes.
2. La mente importa. Eliminen ese lenguaje binario que borra la humanidad de otros.
3. Acción sin disculpa: consideren prácticas diarias que ejerciten el músculo de amor propio.
4. Compasión colectiva: es importante darnos a nosotros mismos gracia y compasión al mostrar amor por esa persona imperfecta e insegura que somos.
Espero que estas palabras de Sonya les sirvan tanto como a mí.
Tomando la honestidad como bandera, este Día de Acción de Gracias creo que tendré una actividad diferente con mis hijos. Por supuesto que, como cada año, iremos uno por uno dando gracias por todas las cosas positivas que nos trajo este año 2020, pero creo que también compartiremos lo que no nos gustó de este año y lo que más nos costó trabajo con una honestidad radical.
Ya que como bien dice Sonya, el contemplar este año 2020 con una honestidad radical nos permitirá honrarlo verdaderamente y creo que nos dará como familia un espacio para ventilar todo esos retos y momentos difíciles que hemos vivido este año.
Gracias Sonya por introducir a mi vida la palabra radical, creo que define este año perfectamente. Y gracias también por compartir con nosotros las herramientas para amar radicalmente, perdonar radicalmente y continuar este camino de vulnerabilidad y amor de manera radical.
Sonya está trabajando en un nuevo libro para niños titulado “The Book of Radical Answers” y está recopilando preguntas de niños entre 10 y 14 años para ayudarlos a navegar este mundo con amor y confianza.
Por supuesto que ya participé y mandé las preguntas de mis hijos, si ustedes también quieren participar pueden hacerlo en este link de manera anónima, si así lo prefieren.
También les recomiendo mucho escuchar la conversación que tuvo Sonya Renee Taylor con Brené Brown en su podcast “Unlocking us”:
I’m a #teamresponsibility blogging ambassador and I was compensated for my post but all opinions and photographs are my own.
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